El Arte gótico del Retablo de Todos los Sants en la Iglesia del Monasterio de Sant Cugat
Si te gusta el arte gótico, hoy estás de suerte, entrevistamos a la experta en pintura medieval Francesca Español, que nos hablará del retablo de Todos los Santos que se encuentra en la Iglesia del Monasterio de Sant Cugat. Francesca Español es profesora titular en la Universidad de Barcelona, alli imparte clases sobre arte medieval y antiguo y desarrolla sus investigaciones, entre las cuales destacan aquellas que buscan el uso y la función de la arquitectura románica y gótica. Desde 2009 es presidenta de la prestigiosa Asociación de Amigos del Arte Románico.
Antes de habla del retablo de Todos los Sants, explícanos qué es un retablo. ¿Por qué se llama así?
Etimológicamente, retablo quiere decir ‘detrás de la tabla’, es decir, detrás de la tabla del altar, que es el epicentro del culto dentro de una iglesia.
El retablo es un objeto que no existe desde siempre. En el románico no se conocía y no existía un mueble equivalente. Esto no quiere decir que el en torno al altar no se informara iconográficamente de la historia sagrada, que es precisamente el papel principal que después hará el retablo a partir del gótico y que en el románico hacían las pinturas murales.
Entonces, la idea del retablo aparece en la época del arte gótico.
Efectivamente, con el arte gótico nace esta tabla pintada y se va desarrollando. Inicialmente el retablo es un registro horizontal que se coloca al extremo de la tabla del altar, a la parte más oriental. Los retablos, igual que los altares, estaban originalmente orientados hacia la salida del Sol, con toda la simbología que esto implica.
En el siglo XIV, el retablo va creciendo en volumen y, a finales del XV, es ya prácticamente una pared falsa que segmenta la zona del ábside. Hay retablos en la península que nacen detrás la tabla y se prolongan hasta la vuelta. Es una singularidad del arte medieval peninsular que, realmente, modifica la percepción del espacio arquitectónico. Un buen ejemplo de esto es el retablo de la Cartuja de Miraflores. El retablo de Sant Cugat, que es de la segunda mitad del XIV, no tenía todavía esta vocación monumental. Funcionaba como vía de información iconográfica para los fieles que, en esta época, eran analfabetos, pero más conocedores de la historia sagrada que la mayoría de personas de hoy en día.
Cuáles son las partes de un retablo de arte gótico y qué figuración encontramos a cada división del retablo de Todos los Santos?
Un retablo gótico tiene varias partes, y cada una se especializa a la hora de dar información iconográfica.
El bancal es la base y, normalmente, contiene medias figuras de santos. A la parte central encontramos la imago pietatis, es decir, Cristo muerto con los instrumentos de la pasión y con las heridas. Se encuentra siempre flanqueado por aquellos que lo acompañaron al Calvario: su madre y Joan Evangelista. Este es el caso del retablo de Todos los Santos. A ambos lados de estas dos figuras, se pueden poner los personajes que se desee, pero normalmente son advocaciones que tienen especial relevancia en el espacio donde se ha instalado el retablo. En el caso del retablo de Todos los Santos, tenemos a San Pedro y Santo Pablo, a San Benedicto y una serie de santos mártires que son devociones personales del promotor.
Las calles laterales contienen información de la figura titular. Aquí, como el retablo está dedicado a Todos los Santos, encontramos un despliegue en forma de procesión de la totalidad de los santos, dispuestos por categorías. A la parte de arriba encontramos profetas y patriarcas del Antiguo Testamento. Reconocemos, por ejemplo, a Moisés, con los cuernos y las tablas de la ley.
Al siguiente registro encontramos a los mártires, que murieron como Cristo, y a los confesores, que son aquellos que han llegado a la santidad, no con muerte violenta, sino llevando una vida ejemplar. El siguiente registro presenta a las vírgenes, como Santa Clara o Santa Bárbara. En la parte central aparece la figura titular, que en este caso es la Virgen María. En las entrecalles, encontramos varios santos que han sido escogidos en función de la devoción particular del comitente. La parte superior, finalmente, está coronada por la crucifixión al Calvario.
¿Cómo leería toda esta iconografía concreta una persona devota de la época?
Este retablo proviene del espacio que ocupa hoy la sacristía y que originalmente era una capilla privada. El promotor de la obra quiere que esta fundación sirva para salvar su alma. La Virgen María es la mejor aliada para no tener problemas después de la muerte. De hecho, vemos que a los pies de la Virgen María aparece de rodillas el comitente. Por otro lado, la advocación de Todos los Sants es muy habitual en aquel momento en la Corona de Aragón; esta devoción es como la integración de todos los cultos seguidos en la Iglesia católica. Su valor se encuentra en qué si esta advocación está en el interior de una capilla que será el lugar de sepultura, cuando se celebre Todos los Sants, el beneficiario será el difunto. Todo el mundo muere con la duda de que pasará con el alma y si rezan por tu alma, liberarás años de purgatorio; cuántas más misas, menos purgatorio. En este sentido, es muy tranquilizador que todos los santos estén presentes en tu capilla funeraria.
¿Sabemos quién encargó el retablo?
El monje comitente no está identificado; este dato todavía es un enigma. Se han hecho varias propuestas pero no acaban de funcionar. En todo caso, antes o después, la documentación seguro que revelará su nombre. Una buena pista es el emblema familiar del promotor que encontramos en forma de escudo dos veces en los entrecalles. Es un emblema hablante, esto quiere decir que el nombre del promotor tiene que ir en consonancia con la figura representada en el escudo, que en este caso es un cuervo sobre un campo de trigo. Se ha propuesto que el promotor era el abad Pere de Moncorb, pero no puede ser porque él tiene otra heráldica, una montaña curvada.
¿Con qué técnica ha sido realizada la pintura del retablo?
Con temple, que consiste en mezclar los pigmentos con agua y con uno cohesionador, que es el huevo. La técnica es muy brillante y el resultado, excelente.
¿A qué posición de calidad situarías este retablo en Cataluña?
Sus pintores, dentro de la segunda mitad del XIV en Cataluña, son los mejores. Se tiene que decir que, dentro del funcionamiento comercial de la época, encontramos artistas no muy buenos que tuvieron muchos encargos e hicieron una gran carrera, pero no es el caso de los pintores de este retablo, que son artistas que destaquen por sus méritos y que, además, fueron muy hábiles comercialmente.
¿Que más sabemos de los artífices del retablo?
El retablo es obra de los hermanos Pere y Jaume Serra, que fueron los herederos de pintores de éxito y que supieron coger el testigo. Monopolizaron el mercado pictórico. Poseían un taller muy organizado, ubicado en la calle Ample de Barcelona, que era muy importante y estaba muy bien situado, junto al puerto. Los Serra tenían una gran logística y una fuerte infraestructura, solo así pudieron producir un volumen de piezas tan extraordinario y venderlas a clientes importantes y hacerlas llegar a lugares tan lejanos de Barcelona, como por ejemplo Zaragoza o Sicilia.
¿Ya para acabar, además de este fantástico retablo, qué otro elemento artístico posee este monasterio que consideras importado?
El claustro es el punto principal, pero también encontramos detalles o elementos aparentemente secundarios que son valiosos, como por ejemplo la misma fachada de la iglesia, tema sobre el cual escribiré pronto.
"La historia se puede explicar como un cuento y hacerla atractiva, pero se tiene que explicar bien."