El patrimonio artístico de la iglesia del Monasterio
El templo del Monasterio de Sant Cugat conserva diferentes elementos artísticos y culturales de diferentes periodos de su larga historia, muchos de los cuales tienen un valor patrimonial de gran interés. A continuación, hemos realizado una selección.
Virgen del Bosque
Imagen románica, posiblemente del siglo XII, ubicada en el ábside izquierdo o de Santa María. Proviene de la ermita de Santa María de Gausac, antigua propiedad del Monasterio situada en Collserola.
A comienzos del siglo XX, la primitiva imagen de la Virgen María del Monasterio, románica, es vendida junto con otras antigüedades..
Retablo de Todos los Santos
Situado actualmente en el ábside sur de la iglesia, es un retablo gótico obra del taller de Pere Serra, realizado sobre 1400. La advocación de Todos los Santos va ligada a la orden benedictina y a su plegaria por los difuntos. La mesa central se dedica a la Virgen del Rosario. El retablo gótico de Todos los Santos se ha atribuido estilísticamente..
Capillas barrocas
A finales del siglo XVII y comienzos del siglo XVIII se lleva a cabo una modificación importante en la cuarta nave de la iglesia, hasta entonces corrida, que es dividida en tres capillas barrocas separadas por sacristías estrechas. Su diseño implica la construcción de nuevas vueltas, unos dos metros más bajas que las góticas originales. Para evitar sobrecargas, se construyen a la catalana, con una triple hoja de baldosa. Hay que añadir a estas vueltas la reforma de la capilla que hay bajo el órgano.
Capilla de la Piedad
La capilla se encuentra construida dentro del cuerpo del campanario. Originariamente dedicada a San Juan Baptista, en el siglo XVI se divide en dos partes en altura para ubicar el órgano en la parte superior. En 1706 se reforma para dedicarla a la Virgen de la Piedad. La instalación del órgano obliga a construir una vuelta intermedia en el que antes había sido un espacio único de gran altura.
Capilla de San Bartolomé
Esta capilla, donde destaca la factura del retablo del maestro Francesc Santacruz y la imagen pictórica de San Bartolomé llevada a cabo por el maestro Miquel March, es uno de los espacios barrocos más importantes del Monasterio: encontramos elementos propios de este estilo, como por ejemplo su recargada arquitectura, con las columnas salomónicas como protagonistas.
Capilla de San Benito
Esta capilla se sitúa en el centro de la cuarta nave del templo, separada de las dos capillas vecinas por sacristías estrechas. En 1221 ya se hace referencia a un altar dedicado a San Benito, fundador de la orden monástica de Sant Cugat. La capilla, profusamente decorada, es uno de los mejores ejemplos del barroco catalán.
Leyenda del Gallo de la Veleta
Dentro de la capilla de San Benito se conserva una de las piezas artísticas más emblemáticas del Monasterio. Se trata de una veleta medieval metálica en forma de gallo. Originariamente se encontraba en su lugar habitual, encima del cimborrio, pero hoy se conserva en la capilla para recordar lo que explica una conocida leyenda del Monasterio …
Capilla de Santa Escolástica
Hermana de San Benito de Núrsia, desde muy joven se consagra a Dios y vive en un monasterio próximo al de su hermano. Es considerada la fundadora de la rama femenina de la orden benedictina. El culto a la Santa Escolástica se encuentra documentado en el Costumario del Monasterio del 1221. Su capilla es la última de la cuarta nave, tocando a los pies del templo.
Pica bautismal
La capilla de la Santa Escolástica conserva una bella pica bautismal proveniente de la parroquia de Sant Pere d’Octavià. Se trata de una obra escultórica renacentista del siglo XVI, seguramente hecha en Girona. Con el estallido de la Primera Guerra Carlista, en 1833, la iglesia parroquial de Sant Pere de Octavià es transformada en cuartel y su culto se traslada al Monasterio, junto con una parte de su mobiliario litúrgico …
Retablos renacentistas
La prosperidad económica de los campesinos de Sant Cugat durante el siglo XVI comporta más ingresos al Monasterio, los cuales se traducen en una serie de mejoras en el interior de la iglesia, como por ejemplo la instalación de nuevos retablos de estilo renacentista. Conservamos dos: el retablo de San Miguel y el retablo del Rosario.
La segunda mitad del siglo XVI es una época de relativa prosperidad para los campesinos de la villa, hecho que, evidentemente, mejora también los ingresos del Monasterio, principalmente de todas aquellas detracciones que se hacen porcentualmente sobre la cosecha. Así, empiezan una serie de obras de mejora del interior de la iglesia, entre las cuales destacan dos retablos que conservamos todavía en su interior: el retablo de San Miguel –originariamente situado al ábside derecho– y el retablo del Rosario –primitivamente instalado en el ábside izquierdo–. Ambas piezas son buenos ejemplos de las nuevas maneras de hacer del arte de aquel tiempo, en que las fachadas de la arquitectura religiosa inspiran la distribución de los retablos, en los cuales encontramos columnas, pilastras o frontones.
Retablo de San Miguel
El muro norte de la iglesia acoge un retablo renacentista dedicado al arcángel San Miguel. El retablo consta de predela, dos pisos y ático, divididos en tres calles separadas por unas pilastras austeras. El espacio central del primer piso está totalmente ocupado por una hornacina que aloja una escultura barroca dorada que representa a San Miguel…
Retablo del Rosario
Esta pieza sustituye los elementos románicos que hasta entonces habían presidido el ábside izquierdo o de Santa María. Se sabe que la obra de carpintería se empieza el 1583. Sus pretensiones son superiores al de San Miguel y se divide en cinco calles, dos pisos y ático. La advocación de la Virgen María del Rosario se populariza en el siglo XVI…
Sepulcro del Abad Odó
Cómo en tantas otras iglesias, dentro del templo hay diferentes tipos de sepulturas, todas con el deseo común de restar cerca de las reliquias del mártir titular. La sepultura principal y más monumental de la iglesia del Monasterio es la del abad Odó. Odó es elegido abad del Monasterio en 985 después de la muerte del abad Joan en la razia de a Al-Mansur. De origen aristocrático, culto y buen diplomático …
Sepulcro de Raimon de Saltells
En la pared norte de la iglesia encontramos el sepulcro de la familia Saltells, nobles de Cerdanyola que quedarán ligados, por siempre jamás, a la historia y la leyenda del Monasterio. En la pared norte de la iglesia del Monasterio, no muy lejos del sepulcro del abad Odó, encontramos otro sepulcro, menos monumental pero igualmente destacado dentro de la historia de Sant Cugat.
Cuadros de la vida de San Benito
En el último cuarto del siglo XVIII se pintan la serie de cuadros sobre la vida de San Benito, destinados a ornar la nueva sala capitular. Después de la exclaustración, los cuadros son almacenados en las buhardillas del Palacio Abacial y se deterioran. Restaurados en la Facultad de Bellas artes de la Universitat de Barcelona en la década del 1980…
Órgano
La música siempre ha sido un elemento esencial en los oficios litúrgicos monacales y seguramente que desde tiempo antiguo debía de haber un órgano. El actual se sitúa en la banda sur del transepto, encima de la capilla de la Piedad. El mueble del instrumento es un buen ejemplo de la talla en madera del Renacimiento.